Una educación tan orientada a la excelencia como a la equidad.
La educación de Finlandia lleva años en los medios de comunicación como un ejemplo de éxito. Fundamentalmente por los brillantes resultados de sus estudiantes en los informes PISA, de la OCDE. Pero ocurre a menudo que un éxito tan deslumbrante, cuando llega a los medios, queda envuelto por el brillo de los titulares, y ello impide precisamente conocer y comprender sus razones y sus causas. Lo cierto es que el sistema educativo finlandés no solo es un caso envidiable por los resultados de sus estudiantes, sino un gran modelo del que todos debemos aprender. Citar a Finlandia como referencia, especialmente si se hace con intencionalidad política, no sirve de mucho. Lo que necesitamos es entender cómo funciona el sistema y ver qué cosas de las muchas que allí funcionan extraordinariamente bien deberíamos aplicar en nuestros países.
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